miércoles, 24 de enero de 2007

EL PODER DE CREAR Y CAMBIAR

Femenina y fuerte, erótica e intelectual, tradicional y contemporánea, con sentido de humor y profundidad. Todo esto y más describe la obra cautivadora de Niurka Guzmán Otañez. Su trabajo habla en múltiples niveles de la mujer y su papel en nuestra sociedad.

En sus creaciones tan provocadoras, Niurka propone construir y modelar el hombre ideal justo a sus propias especificaciones y medidas. El resultado es una serie de trabajos que tienen la delicadeza y sensibilidad del toque femenino y a la vez tienen la fuerza de una imagen rica y sólida. Ella crea sus imágenes con pintura, pastel, papel, palabras e hilo y las arma con elementos simbólicos derivados de su propia vida. Todo el contenido se apoya en las tradiciones del arte clásico y el oficio milenario del bordado que históricamente ha sido identificado con la mujer. El resultado no permanece en lo tradicional ni lo esperado, sino que se convierte en una imagen nueva y actualizada.

Algunas de las piezas están compuestas de varios paneles que reflejan el proceso de crear al hombre ideal pedazo por pedazo. Cada fragmento tiene su razón de ser y su objetivo. Con sus pinturas la artista demuestra una necesidad de entenderse como una mujer vital y necesaria dentro de nuestro mundo moderno. Aunque el punto de vista es indiscutiblemente de una mujer que comenta sobre las injusticias de género que todavía existen hoy día, podemos entender que refleja la búsqueda de ser unan persona valiosa, ya sea hombre o mujer, con propósito e importancia en esta vida.

Los bordados tienen sus raíces en otras épocas en donde la mujer silenciosamente cosía sus sueños y añoranzas ocultas dentro de sus bellos diseños decorativos. Estos ejemplares modernos están conectados a un sinnúmero de manos de mujer que a través de los siglos se han sentado pacientemente, escondidas en el fondo de la historia con sus hilos y agujas cosiendo y remendando la vida del hombre. Son un homenaje a todas las mujeres que han sido olvidadas a través del tiempo y por otra parte celebra a la mujer contemporánea que entiende ser igual al hombre. Estas nuevas obras de bordado y pintura rompen el molde de sus antecesores y el silencio en que creaban. Los delicados bordados de Niurka ya no son labores en silencio. Ahora renacen como afirmaciones que poseen el poder de crear y cambiar. Pertenecen a una sociedad nueva en donde el individuo es autónomo y a la vez es consciente de que convive en una comunidad global en donde puede expresar sus ideas y pensamientos.

Niurka Guzmán Otañez divulga sus ideas, pensamientos y deseos más íntimos con seriedad y a la vez con un sentido del humor muy particular. Usa un lenguaje sensible, poético, fuerte y vigoroso. Niurka es una mujer y artista sobresaliente que percibe y crea su obra con sentimientos claros y seguros.

Raúl Miyar
Jefe de departamento de Bellos Artes
Altos de Chavón, La Escuela de Diseño

viernes, 19 de enero de 2007

HOMO DIVINITAS











LA CONSTRUCCION DE MI HOMBRE IDEAL


Este proyecto es la reflexión de un proceso de transición, fundamentado en mi experiencia de vida como mujer que desea una relación de pareja satisfactoria. Mi continuo estado de transición me ha llevado a percibir el modo en que mis expectativas en una relación de pareja han cambiado. Lo que me han conducido a un interés por la exploración de las relaciones Heterosexuales en un contexto diferente al ya establecido por la sociedad latinoamericana.


Con esta serie de autorretratos examino mi fantasía en una relación con un hombre el cual solo quiera complacerme, y que sea gratificante para él hacerlo. Lo estoy construyendo a través de imágenes simbólicas, creando una metáfora de mis necesidades. Me posiciono en un espacio de intimidad con mi pareja.





Las obras están conformadas por una serie de páneles en los cuales, además de pintar, bordo en el lienzo las ilustraciones que proporcionan los cálculos y las estipulaciones que conforman mi hombre ideal. La idea de que cada pieza esté bordada es una forma de enlazar el concepto de construcción, a la tradición doméstica del bordado; actividad practicada principalmente por mujeres desde la antigüedad. Cuando estoy bordando es como estar dibujando con hilo, además de que está implícita la delicadeza y laboriosidad que conlleva este arte.

A partir de objetos y símbolos portadores anteriormente de un significado general, realizo un giro premeditado en el orden establecido por la sociedad. Con un toque sutil de burla y humor contrasto mi vida diaria con una nueva realidad creada por mí. La risa es una forma de desahogo, es la manera que tengo de asimilar las imperfecciones que existen en los seres humanos y una forma de retraerme de la realidad.

A través de mi obra busco exteriorizar la necesidad o desesperación de la búsqueda de mi hombre ideal. Ese prototipo perfecto que he ido construyendo dentro de mí, cada día se hace mas utópico y esta razón hace que yo me decida a construirlo y exteriorizar mis exigencias como una forma de hacerlo mas alcanzable.

Presento el acto de mutilación, de un hombre para construir un nuevo ser que se adapte a mis necesidades. La reelaboración que tiene que pasar el mismo puede ser dolorosa. Además, como toda cirugia tiene que tener una anestesia, en mi caso recurro a la ironía y al humor para aliviar el proceso quirúrgico. El producto de este proceso laborioso solo puede compararse con el esfuerzo que conlleva la construcción del amor en una pareja.